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Tipos de vinilo y aplicaciones

El vinilo es un material plástico flexible que se fabrica con diferentes acabados y ofrece gran cantidad de posibilidades con respecto a su uso y aplicaciones. No obstante, existen diferentes tipos de vinilo, y resulta útil conocer las características de cada uno de ellos para seleccionar el más adecuado a nuestras necesidades. Por eso es necesario conocer los parámetros de durabilidad, calidad y aplicación los diferentes tipos de vinilo.

En la actualidad existen tres variedades principales: el vinilo monomérico, el vinilo polimérico y el vinilo de fundición. Aunque a primera vista las diferencias entre ellos puedan parecer escasas, lo cierto es que cada uno posee unas características específicas, y algunos parámetros, como la resistencia, varían de manera notable entre unos y otros.

El vinilo monomérico se elabora a partir de distintas materias primas, que incluyen resinas, plastificantes y pigmentos de color, que se combinan y calientan para producir una pasta que es procesada posteriormente hasta obtener una película de entre 80 y 100 micras de espesor. Este sistema de fabricación, denominado “calandrado” es el mismo que se utiliza en la producción del vinilo polimérico, con algunas diferencias que veremos más adelante. La película de vinilo monomérico no está estabilizada y, por tanto, está más expuesta a la degradación y ofrece una menor durabilidad. Se aplica en superficies lisas y su uso se recomienda especialmente en interiores (stands para ferias y exposiciones, rotulación temporal…) En exteriores, tiene una duración de entre 2 y 3 años, por lo que suele emplearse para aplicaciones de corta duración.

El vinilo polimérico se fabrica siguiendo el mismo proceso que el monomérico, y a partir de las mismas materias primas. Las películas elaboradas mediante el sistema de calandre polímerico son ligeramente más delgadas y añaden polímeros que reducen su encogimiento y aumentan su estabilidad y duración. Aunque no alcanza los niveles del vinilo fundido, tiene un mejor comportamiento en aplicaciones para exterior que las películas monoméricas. Puede dilatarse levemente y adaptarse mejor al espacio. Se utiliza sobre superficies lisas o ligeramente curvas. Ofrece una resistencia de entre 5 y 7 años. Se emplean especialmente en aplicaciones exteriores – siempre y cuando la superficie no sea excesivamente irregular – y en la rotulación parcial de vehículos.

La última opción es el vinilo de fundición, más versátil y duradero debido a su proceso de fabricación. Se elabora a partir de una resina sobre la que se lleva a cabo un proceso de licuación mediante disolventes químicos. El líquido resultante se derrama sobre una superficie pulida y se solidifica con un espesor mínimo de entre 60 y 80 micras. Las películas fundidas son estables y experimentan un mínimo encogimiento. Puesto que son más finas y blandas resultan fáciles de cortar, descartar y aplicar. Pueden adaptarse a las superficies irregulares, por lo que son la mejor opción para aplicaciones exteriores complejas y para la rotulación integral de vehículos. Las películas de vinilo fundido también se utilizan en aplicaciones menos exigentes, pero en las que se requieren colores especiales. Ofrece una duración de hasta 10 años.

Aparte de estas tres variedades de vinilo, es posible trabajar con otros materiales de los que iremos hablando en próximas entradas. Conocer las posibilidades que ofrece cada uno de ellos resulta clave a la hora de aprovechar al máximo sus características y escoger el que mejor se adecúa a nuestro proyecto.